Los intentos por vincular AQMI y el Frente PolisarioLa tesis menos creíble, pero más insidiosa, es la que vincula a AQMI con el Frente Polisario y que se ha hecho circular desde publicaciones o centros del entorno del servicio de inteligencia marroquí. La tesis empezó a circular a raíz del ataque atribuido aL GSPC en la guarnición mauritana de Lemgheity, cerca de la frontera de este país con Mali y posteriormente se reactivó con ocasión del secuestro de tres españoles en Mauritania en noviembre de 2009.El 4 de junio de 2005, en el norte de Mauritania, en la guarnición de Lemgheity (situada cerca de la frontera de Mauritania con Mali y Argelia) y ¡a 400 Kilómetros de la frontera del Sahara Occidental! se produjo un ataque armado que provocó la muerte a 15 soldados mauritanos. Aquel atentado fue reivindicado por el GSPC ("Grupo Salafista de Predicación y Combate") que luego cambió su nombre por “AQMI” ("Al Qaida del Magreb Islámico). Muy pronto, la máquina de desinformación de los servicios secretos marroquíes se puso a funcionar y un diario, muy cercano a los altos círculos del majzén ("Aujourd'hui le Maroc"), apenas unos días después del atentado de Lemgheity, el 20 de junio de 2005, iniciaba la operación con un artículo titulado “La pista argelina se concreta”, en el que decía:“(...) Uno de los heridos en el ataque a Lemgheity ha declarado que, durante el ataque, ha identificado dos vehículos "Land Rover" pertenecientes al Polisario. Los pasajeros de estos vehículos que estaban sobre el lugar en el momento del ataque han ayudado a los terroristas a transportar los equipos de comunicación y de armamento, ha afirmado el herido en una declaración a la oficina de la MAP (agencia oficial marroquí de noticias) en Nuakchott (capital mauritana). El herido, cuyo estado de salud ha mejorado, ha añadido que los primeros grupos de elementos armados del GSPC llegados al lugar del ataque hablaban con fluidez el dialecto "hassanía" lo que lleva a creer que eran "bidanis". Por otro lado, ha negado que estos hombres fueran mauritanos.”[23].Esta tesis fue asumida por el "informe" que publicó en noviembre de 2005 un centro de estudios con sede en Bruselas (ESISC) para desacreditar al Frente Polisario, diciendo que "no se podía rechazar" la tesis de que el Polisario estaba implicado en ese ataque, habida cuenta de que "ciertos testigos" así lo dijeron[24]. Ahora bien, los únicos "testigos" son “uno”, el herido que mencionó “Aujourd'hui le Maroc”. Un herido cuya credibilidad es nula, no sólo por razones que veremos después, sino porque los "bidanis" que hablan "hassanía" son tanto los saharauis como los mauritanos no negros.A las pocas semanas de la publicación de este informe del ESISC, destinado a desacreditar al Frente Polisario, en diciembre de 2005, el semanario crítico marroquí "Le Journal Hebdomadaire" publicó un número especial sobre el mismo[25]. En dicho número especial se reproducían numerosos fragmentos del informe para ilustrar las tesis del semanario que se vertebraban en tres artículos. En uno de ellos, se decía que el ESISC se financia mediante el pago por los encargos de estudios que se le hacen y que había motivos para sospechar que el informe había sido financiado directa o indirectamente por el poder marroquí. En otro se decía que el informe estaba "teleguiado" por Rabat. Y, finalmente, en un tercer artículo se entrevistaba a Bernabé López García, conocido defensor español de las tesis marroquíes que decía que el informe se había elaborado "para complacer a Marruecos".Un hecho concurrente dio credibilidad a la denuncia de "Le Journal Hebdomadaire". El Frente Polisario envió al ESISC un escrito de réplica al "informe" el 29 de diciembre de 2005[26]. A esa respuesta oficial cabe añadir la elaboración de réplicas por miembros del Frente Polisaro a título personal[27]. El ESISC se ha negado a publicarlo. Hasta hoy. La parcialidad a favor del poder marroquí, desde ese momento, ya no es una cuestión subjetiva, sino objetiva.El número especial de "Le Journal Hebdomadaire" fue un golpe durísimo para el majzén porque supuso la total pérdida de credibilidad del informe del ESISC que se pensaba que iba a desacreditar al Frente Polisario. De nada servía que se hubiera intentado silenciar al Frente Polisario negándole su derecho de réplica. "Le Journal Hebdomadaire", la publicación más prestigiosa en los medios diplomáticos acreditados en Rabat acababa de desmontar la operación de descrédito contra el Frente Polisario.Ante el fracaso, la reacción no se hizo esperar: Claude Moniquet, responsable del ESISC, demandó a Le Journal por considerar que la afirmación de que el informe estaba "encargado" por Marruecos era una difamación[28]. Eso sí, le demandó ante los tribunales marroquíes. El abogado de Moniquet reconoció que “cuadros de origen marroquí que se hallan perfectamente integrados en los diferentes países europeos son quienes han suscitado el informe”. El juicio se celebró en un tiempo record y el resultado fue el previsible en un país como Marruecos donde la independencia judicial no existe: se condenó a "Le Journal" a una multa equivalente a 275.000 euros. La más alta impuesta en la historia de Marruecos. Pensemos que el sueldo medio en Marruecos ronda los 200 euros mensuales. El resultado final fue que Le Journal tuvo que cerrar porque no podía hacer frente a ese pago. La condena se produjo después de que Le Journal denunciara la mala fe por parte de Moniquet y de su abogado. Mala fe tanto más clara cuanto que Claude Moniquet no demandó a Bernabé López ante los tribunales españoles por haber dicho éste que el informe se hizo "para complacer a Marruecos".Pero finalmente la justicia hizo su trabajo para poner fin a las especulaciones. El 13 de julio de 2009 el Tribunal de Apelación de Nuakchott, juzgó el caso Lemgheity. Determinó quienes habían llevado a cabo el ataque contra la guarnición de Lemgheity el 4 de junio de 2005, condenó a algunos detenidos y liberó a otros. Se demostró que no había habido absolutamente ninguna implicación del Frente Polisario[29]:“Según el corresponsal de la ANI, el tribunal de apelación ha hecho público este lunes por la tarde su veredicto sobre el asunto de Lemgheity (…) Las condenas dictadas son las siguientes: condena de Taher Uld Biyé y de Teyeb Uld Salek por falsificación y uso de falsificaciones, pertenencia a un grupo armado contra Mauritania. La condena a ocho años de prisión firme, en lugar de a cinco años, contra el acusado Taher Uld Abdel Jelil Uld Biyé. Siete años de prisión firme, enlugar de tres, para el acusado Teyeb Uld Salek. El Tribunal ha confirmado la pena de prisión de tres años para el acusado Ely Cheij Uld Jaumani y la condena a dos años (con libertad condicional) de Mustafá Uld Abdel Kader. Ha absuelto a Mohamed Salem Uld Mohamed Lemín, alias Al Mashlisi, Sidi Uld Sidina, Brahim Uld Hmeida. Ha archivado, por motivo de su fallecimiento, la acusaciónn formulada contra Ahmed Uld Rahdi. El Tribunal ha aplazado el pronunciamiento de su veredicto respecto a aquellos que son juzgados por contumacia, a saber, Mohamed Lamin, Uld Yeddu y Mohamed el Mustafá Uld Cheiguer Sidi Mohamed Uld Cheijani, a la espera de que puedan comparecer según las leyes en vigor”No obstante, la prueba de que esta acusación está basada en una evidente mala fe es que, aun después de que esta sentencia probara la falsedad de las acusaciones contra el Frente Polisario, algunos la han seguido manteniendo, alimentando así la espiral de desinformación desencadenada por la inteligencia marroquí. Así, lo hizo el ESISC en un nuevo informe en el que reitera las acusaciones ya hechas en 2005, sin reconsideración alguna a pesar de los hechos[30]. Y así lo ha hecho también un periodista español añadiendo algún elemento nuevo:“El ataque de 4 de junio de 2005 del GSPC contra un cuartel mauritano en Lemguiti, que acaba con la vida de quince soldados, parece anunciar que, más allá de labores logísticas, los saharauis también se implican directamente en los atentados terroristas. La participación de al menos un miembro del Frente Polisario, Muawía Uld Lamín Labied, es establecida por la investigación posterior. Además, según ésta, en el operativo se habrían utilizado vehículos todoterreno del Frente Polisario, y varios de los terroristas hablaban el dialecto árabe hassanía, propio de los saharauis”[31].Adviértase que, habiéndose dictado sentencia por el Tribunal de Apelación de Nuakchott bastante antes de que se publicara el libro, el autor omite que, según la auténtica investigación judicial no hay ningún miembro del Frente Polisario llamado “Muawía Uld Lamín Labied” condenado, y ni siquiera encausado, por este asunto. Por otro lado, es muy sospechoso que un conocedor de la región utilice como argumento para acusar al Frente Polisario el hecho de que los terroristas “hablaban el dialecto hassanía, propio de los saharauis” cuando es notorio que ese mismo dialecto también es el que se habla en Mauritania. De hecho todos los condenados, precisamente por ser mauritanos, hablaban hassanía.
FUENTE:Carlos Ruiz Miguel es Analista del GEES en el área de Magreb y en temas de Derecho Constitucional
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